“Lloramos y gritamos, no sabíamos qué estaba pasando”

“Lloramos y gritamos, no sabíamos qué estaba pasando”

Mateo Natalí, uno de los cuatro amigos que estaba en un auto con Valentín Blas Correas (17) cuando fue asesinado de un balazo policial en agosto de 2020 en la ciudad de Córdoba, relató hoy los momentos previos al ataque, y aseguró que lloraron y gritaron porque no sabían qué estaba pasando hasta que la víctima les dijo “me pegaron un tiro”.

“Hoy todavía me cuesta entender lo que pasó, que mataron a uno de mis mejores amigos y que también me podía haber pasado a mí”, manifestó el joven al declarar como testigo ante el jurado popular y el tribunal técnico de la Cámara 8va. del Crimen en el juicio a 13 policías por el homicidio de Blas y el posterior encubrimiento.

Natalí, quien estudia Periodismo, relató la secuencia previa al crimen de esa madrugada del 6 de agosto de 2020, cuando él, Blas y otros tres amigos se habían juntado para ir a un bar y en momentos en que se trasladaban por la avenida Vélez Sarsfield al 4500, en la zona sur capitalina, tuveron un incidente de tránsito menor y cruzaron unas palabras con dos personas que iban en una moto y patearon el espejo del Fiat Argo, que manejaba su amigo Juan Cruz Camerano Echavarría (20).

“Pensé que los de la moto nos querían robar”, recordó el testigo, quien agregó que, más adelante, observaron que los motociclistas pararon en un control policial, por lo que intuyó que algo sobre ellos le dijeron a los efectivos.

El testigo agregó que, al acercarse a un segundo puesto de control, los policías les hicieron señas para que bajaran la velocidad, por lo que el conductor Camerano Echavarría se acercó despacio.

“Yo me agacho, luego siento que acelera, escucho disparos y vidrios del auto que se rompen (…) Lloramos y gritamos. No sabíamos qué estaba pasando. Todo fue muy rápido”, declaró Natalí.

“Blas me dice ‘me pegaron un tiro’. No le creí”, relató, tras lo cual dijo que con otro amigo, Cristóbal Bocco (20), se bajaron de automóvil y advirtieron que el joven estaba herido y “ya no podía hablar”.

En otro tramo de su testimonio, que continuaba pasado este mediodía, el joven denunció que, cuando tuvo que declarar sobre lo ocurrido ante la policía, lo “maltrataron”.

Me trataron como un delincuente. Me preguntaron por el arma que llevábamos en el auto y le dije que no teníamos ninguna. Que no habíamos hecho nada”, aseguró.

Después de dos años ya me acostumbré a vivir con este sufrimiento. Fue todo muy injusto, para mí, para mis padres y para los padres de Blas”, expresó.

La muerte de ‘Hueso’ -como lo llamaban a Blas- me jodió la vida ciento por ciento. Compartíamos mucho tiempo”, remarcó.

Antes de que comenzara la declaración del amigo de la víctima, uno de los policías acusados del homicidio, el cabo 1° Javier Alarcón (33), pidió la palabra para aclarar que él no “plantó” el arma para simular un enfrentamiento con los jóvenes ocupantes del auto.

Alarcón afirmó que quien le pidió al arma para “plantar” fue la agente Wanda Esquivel, acusada de encubrimiento en este debate.

“Me preguntó si yo tenía un arma y dije que tenía un revólver viejo y se lo dí a ella. En ningún momento le indiqué lo que tenía que hacer”, afirmó el imputado, quien tras ello dijo estar “arrepentido y avergonzado” por su conducta y pidió “disculpas a las víctimas y a los familiares de las víctimas”.

Alarcón fue uno de los policías que efectuó dos de los seis disparos contra el Fiat Argo de los amigos, mientras que los restantes se le adjudican al cabo 1° Lucas Gómez (37), entre ellos el que mató a Blas.

Tras la declaración de Natalí, está previsto que presten su testimonio los otros tres chicos que iban en el auto: Camerano Echavarría, Bocco y Camila Tosi, aunque aún no se sabe si será durante esta jornada.

En este juicio, Gómez y Alarcón llegan acusados de ser “coautores de homicidio calificado por abuso de su función y homicidio agravado por el empleo de armas de fuego, homicidio calificado por abuso de su función en grado de tentativa reiterado -cuatro hechos- y homicidio agravado por el empleo de armas de fuego en grado de tentativa reiterado”.

Los restantes 11 policías acusados son Sergio Alejandro González, Wanda Micaela Esquivel, Yamila Florencia Martínez, Walter Eduardo Soria, Enzo Gustavo Quiroga, Jorge Ariel Galleguillo, Leonardo Alejandro Martínez, Rodrigo Emanuel Toloza, Ezequiel Agustín Vélez, Leandro Alexis Quevedo y Juan Antonio Gatica.

Los cargos que enfrentan estos últimos son “falso testimonio, encubrimiento por favorecimiento personal agravado por la calidad funcional y omisión de deberes de funcionario público”.

 Fuente: Télam.