TIENE 71 AÑOS Y MATÓ A SU AMIGA DE 81 POR 100 MIL PESOS

TIENE 71 AÑOS Y MATÓ A SU AMIGA DE 81 POR 100 MIL PESOS

El hecho sucedió en la localidad balnearia de Nueva Atlantis cuando dos vecinas quienes tenían una amistad se rompió al una de ellas ser asesinada y la otra quedar detenida acusada de haberla matado a golpes en la cabeza con un palo de amasar.

El móvil del salvaje homicidio habrían sido los 100 mil pesos que la víctima, Blanca Liria Ferreira, de 81 años, guardaba en una caja en el interior de su vivienda y que fue lo único que los investigadores no pudieron localizar cuando revisaron la escena del crimen.

La acusada, de 71 años, se negó a declarar ante el fiscal del caso Martín Prieto, y seguirá detenida imputada por los delitos de “robo agravado por el empleo de arma impropia en concurso real con homicidio agravado criminis causa, en calidad de autora material”.
Los 100 mil pesos que faltaban en la casa de la víctima, estaban en poder de la imputada.

Por otra parte, la casa de Ferreira no tenía los accesos forzados y esto fue el primer indicio de que la víctima conocía a su asesino y ella misma le abrió la puerta. Tampoco se observaba a simple vista el típico desorden que suelen dejar los delincuentes en su búsqueda de objetos de valor. Lo único que faltaba era “una cajita, que pocas personas sabían dónde estaba, con 100.000 pesos en su interior”, precisó una fuente cercana a la causa a
Télam.

Además, la prueba principal que apuntó las sospechas hacia la mujer ahora detenida fue “una sola pisada de zapato femenino ” que advirtieron en la cocina, un lugar muy pequeño donde “había mucha sangre” por lo que suponen que fue donde se habría originado la discusión. Si bien el calzado no fue encontrado en poder de la imputada, se dieron cuenta de que “es del mismo talle” que ella usa.

El palo de amasar con el que habría sido asesinada Ferreira tampoco se encontró en el lugar del crimen, pero lo hallaron en la calle muy cerca de la vivienda. Según la autopsia, la anciana murió como consecuencia de una fractura de cráneo y tenía heridas cortantes en la cabeza, un dedo quebrado y golpes en brazos, antebrazos y hombros, lo que indica que intentó defenderse y por su avanzada edad no habría podido hacerlo frente a un atacante más joven.

El recelo sobre la acusada se agravó aún más cuando, durante el allanamiento en su domicilio, descubrieron la misma suma de dinero que faltaba en la casa de la otra mujer. 

A posterior, los testimonios terminaron de perjudicarla al asegurar que se trataba de una persona que tenía problemas económicos y solía pedir prestado.

Fuente: Diario Uno.