ISRAEL IMPLEMENTA EL PASE DIGITAL A GIMNASIOS Y ESPECTÁCULOS

ISRAEL IMPLEMENTA EL PASE DIGITAL A GIMNASIOS Y ESPECTÁCULOS

El arranque de la penúltima etapa de la desescalada del tercer confinamiento general viene marcado en el Estado judío por nuevos privilegios, antaño corrientes, que solo podrán disfrutar quienes se hayan vacunado por partida doble.

“Sin el código QR no se puede entrar”, avisaba con seriedad el director del gimnasio Lazuz (moverse, en hebreo) a los antiguos clientes que retornaban a la sala de entrenamientos después de siete meses de clausura.

“Si me pilla el Ministerio de Sanidad me cae una multa de 1.000 shequels [unos 250 euros] por cabeza”. Ohad Yehuda, de 32 años, lleva desde entonces viviendo de la prestación por desempleo, al igual que los 18 empleados del centro.

Gimnasios y piscinas han reabierto sus puertas, pero solo para quienes dispongan del llamado “pase verde”, un flamante certificado digital que se puede descargar en el móvil una semana después de haber recibido la segunda dosis de la vacuna de Pzifer y BioNTech, la única inoculada hasta el momento en Israel.

Más de un tercio de los 9,2 millones de israelíes ha recibido ya ambas inyecciones, y cerca de la mitad ha sido inoculada con la primera.

El código también se aplica a quienes, según su historial médico oficial, hayan superado la infección por coronavirus. 

El certificado digital de vacunación servirá además para acceder a partir de ahora a los hoteles, de momento solo para pernoctaciones, sin servicio de bar o restaurante.

Con el “pase verde” se podrá asistir también a acontecimientos deportivos, como partidos de fútbol y baloncesto, o espectáculos culturales, como obras de teatro y conciertos musicales. 

El uso de mascarillas y el mantenimiento de la distancia de seguridad, no obstante, siguen vigentes de forma indefinida.